- ¡¡¿¿Vladimir??!!
- Oh, que grata sorpresa, Matt, ¿Cuantos años sin vernos? -le contesto con falso entusiasmo.
- Suéltala ahora –la voz del primo de Camila sonó muy fría a lo normal.
Aunque podía estar equivocado, se refería a Sandra. La cual se había quedado callada hasta ahora, en el piso.
¿Tienes magia?, me pregunto con la cabeza gacha. Espere un rato hasta que levanto su cabeza una vez que me pudo ver asentí.
Puedes… ¿sacarme de aquí?
Intente lo que me pidió, pero, extrañamente, me resulto imposible. Era el escudo que mi padre le había puesto a Vladimir, aparte de no poder leerle la mente, tampoco puedo usar magia en contra de él.
Tu no, pero los demás sí.
Fue como si Sandra me hubiera leído la mente, pero eso estaba mal. Solo estábamos pensando en lo mismo. Que esté pensando por su cuenta, no significa que vaya dirigido a mi, pero aun así, me ayudo mucho que haya pensado eso.
Murmure, casi sin mover los labios, y dos segundo luego Vladimir estaba arrodillado en el suelo, aguantando gritos. Había funcionado. En su rostro se veía sufrimiento y dolor. Se formo una sonrisa maliciosa en mi rostro y reí en voz baja. Ya ves que sirvió de algo aprender del “Supremo Hechicero del Mal”, como se llamaba así mismo antes. Matt me mando un pensamiento, pidiendo explicaciones. No le respondí, solo le ignore y me acerque a la muchacha. Que estaba al lado del agonizante Vladimir.
Cuando el guardián vio lo que me proponía toco a Sandra. Mierda, había olvidado ese detalle. Sandra cayó al suelo por lo débil que estaba. Volví a murmurar las palabras hacia Vladimir, pero con un poco más de fuerza. Levante a Sandra, bueno, eso intente, porque Matt me la arrebato de los brazos y empezó a balbucear.
- Mariana te advirtió, presentía algo malo –su voz seguía sonando algo ruda.
- Si, lo sé, pero tenía que averiguar. ¿Donde está ahora?
- Fue a la casa de Camila, a ver, si le explicaba algo…de…tu…ya…sabes…
- Entonces vamos para allá
Ningún rastro de felicidad apareció en mi interior por volver a ver Camila, como se suponía que siempre pasaba. Sacudí la cabeza confundido. Chasquee los dedos y segundos luego estábamos en la casa de Camila, específicamente, en el pasillo que daba a su habitación. Toque y me abrió Mariana.
Su rostro se veía serio, por lo que pude apreciar. Matt entro, con Sandra en brazos. Pidió permiso y la dejo en la cama de Camila. Ella nos vio entrar a cada uno, analizándonos. Por sus pensamientos pude ver que Mariana ya le había contado algo de nosotros. Por lo que estaba confundida y mas con la chica que ahora se encontraba echada en su cama.
- ¿Quién es? –pregunto dudosa, esperándose lo peor.
- Edmund… -me dijo Mariana. ¡Ja! Como si yo se lo fuera a decir –serás tu quien se lo diga, ¿ok?
Rodé los ojos y me dirigí a Camila, la cual me miraba atentamente esperando su respuesta. Sonreí burlonamente.
- Tu hermana… –vi como su rostro se desfiguro, eso, ella no se lo esperaba. Me mordí la lengua para no reír por sus ocurrentes pensamientos –…de sangre.
Finalice. Ella abrió más los ojos. Todos sus pensamientos fueron dirigidos a aquella extraña para ella y a su otra hermana, la que había estado viviendo con ella por años. Se estaba preguntando quien era la otra si su verdadera hermana era la de la cama.
- Ella…es una guardiana –le respondí a sus pensamientos.
- Pero… ¿Cómo…?
Ok, creo que me adelante, Mariana me miro…reprendiéndome. Le hice una mueca de disculpa. Luego volví a mirar a la muy, muy, confundida Camila, con una sonrisa.
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Ok, tonto, ¿no? Jaja gracias por comentar…espero que me disculpen por no escribir antes… :( Bueno… les quería pedir…que visitaran un blog que he estado escribiendo desde hace mucho tiempo y recién lo publico, porfis :D Cupido...se enamoró, escribire pronto, lo prometo ;)
sábado, 23 de enero de 2010
Publicado por Eli en 15:30
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1 comentarios:
Sigo tú blog, sigue el mío. Gracias.
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