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martes, 27 de abril de 2010

¿Como...?

- Bien, como decirlo, tu...tu...-Mariana se estaba trabando con las palabras y sinceramente no sabia como empezar, sus pensamientos estaban en total desorden.

Ignore a la explicacion de Mariana, y me concentre en la debil mente de la chica que estaba ahora echada en la cama. Sandra, si no me equivoco. Sus pensamientos se iban apagando de poco a poco. Eso solo significaba que...

- Matt, ella...esta herida, y creo que son muy graves -no pude continuar porque los pensamientos de Sandra me interrumpieron.

Se quien eres, te recuerdo, tu eres...

Lo ultimo sono casi como un susurro y apenas y le pude escuchar. Matt reacciono a su estado de post-estatua. Cuando dejo a la chica en la cama, pude ver su rostro marcado con pura preocupacion, el se la estaba pasando mal con ella ahi, herida y totalmente debil. Unas sombras aparecieron en las manos de Matt, cuando paso sus manos sobre el cuerpo de Sandra, lo curioso era que no la tocaba, y aquellas sombras salian de su cuerpo. Mariana dejo de hablar con Camila e imito lo que hacia Matt.

- ¿Que estan haciendo? -su voz me sobresalto, me gire y la vi ahi parada observando lo que hacian sus guardianes.

Todos sus conocimientos de nosotros habia aumentado, Mariana habia hecho mucho en tan solo minutos. Levanto su mirada y ahora me miro a mi. Me senti algo nervioso por sus insistente mirada.

No entiendo como es que a pesar de todo el tiempo distante aun le seguia amando. Ella me importaba, era, es el centro de mi universo. La necesito conmigo, y no creo que pueda seguir sobreviviendo sin ella, esto ya se me esta haciando cada vez mas insoportable. Claro, y despues de todo, es ahora cuando me tengo que dar cuenta, luego de haberla ignorado, luego de haber tratado de olvidarle. ¡SOY UN IDIOTA!

- ¿Edmund? -la senti aproximarse...no, no podia dejarle...sere un idiota, pero no puedo, no puedo, he sufrido demasiado ya.

Me aleje un paso mas. Si se volvia a acercar se me iba a ser imposible alejarme, el lugar era algo reducido a unos pocos centimetros estaban tratando de curar a Sandra.

Tienen que hablar

Abri los ojos y solte un jadeo, como si hubiera visto un fantasma. Ahora si la recordaba. Su voz, se que la he escuchado...
Antes de que pudiera reaccionar ya estaba parado en medio de la nada. Bueno, nada no. Era un especie de bosque. Pero habia algo aqui...


Camila

Estaba confundida. De todo. Primero me dicen que tengo magia y me obligan a enfrentarme a mi amigo, bueno no se si lo seguira siendo, Edmund, y resulta que el tambien tiene magia. Luego, Mariana, mi mejor amiga, es mi guardiana, que me protege del padre de Edmund, que es algo asi como un mago malo, creo que murio pero aun queda sus guardias.
Mi hermana y mi primo, tambien son mis guardianes. Sierto, sierto, me olvidaba, mi verdadera hermana es Sandra, que fue encerrada por milenios, bueno, no tanto, la torturaron solo para averiguar mi paradero actual. Ahora ella esta muy debil, y Matt con Mariana tratan de salvarla. Sandra, es muy parecida a mi, el mismo color de ojos, solo que los suyos son algo mas claros.Ella era supuesta prometida del padre de Edmund, luego de que su madre muriera por....nose porque. Pero ella huyo. Fue a donde yo estaba en esas epocas y me entrego un poco de magia, o toda. Fuimos atacadas y le dieron a ella por muerta. Yo estaba supuestamente vagando por el mundo y cuando me encontraran me casaria con el hijo del mago malo. Ya que queria tener mucho mas poder, y habia una supuesta leyenda sobre mi hermana y yo, que eramos o ibamos a ser "las hechiceras mas poderosas de la tierra". Y ahi es donde entra Edmund. El cuando se entero, busco la manera de huir, y se revelo, su padre le condeno a estar por el mundo muchos años por el mundo. Mi hermana antes de que nos atacaran se encontro con el y le dio una cadena, que tenia una especie de gema. Esa gema me iba salvar al morir. ¿Por que...? Aun no me lo dicen, pero lo quiero averiguar, y Edmund es la persona indicada para preguntarle, pero espero que me escuche y no me ignore como las otras veces...

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lamento todo, espero qe sigan elyendo mi istoria, pro cierto, cuidate Sandra espero que pronto estes mejor :)

miércoles, 24 de marzo de 2010

No se si...

El titulo dice nose si, pues no se si voy acontinuar escribiendo en mis blogs. Realmente me siento mal cuanto escribo y nadie comenta ya que yo pienso qe a nadie le gusta y pues ....ya saen algunas como se siente...
como sea, si dejo de escribir ya saes xqe es, solo keria explicarme por lo menos tratar.
espero qe lean esta entrada y me entiendan si? no es mucho pedir.
bnoo gracias andi por tus comentarios y malena te prometo qe voy apasar por tu blog ;)
Nada mas qeda decir...adios.

sábado, 23 de enero de 2010

- ¡¡¿¿Vladimir??!!

- Oh, que grata sorpresa, Matt, ¿Cuantos años sin vernos? -le contesto con falso entusiasmo.

- Suéltala ahora –la voz del primo de Camila sonó muy fría a lo normal.

Aunque podía estar equivocado, se refería a Sandra. La cual se había quedado callada hasta ahora, en el piso.

¿Tienes magia?, me pregunto con la cabeza gacha. Espere un rato hasta que levanto su cabeza una vez que me pudo ver asentí.

Puedes… ¿sacarme de aquí?

Intente lo que me pidió, pero, extrañamente, me resulto imposible. Era el escudo que mi padre le había puesto a Vladimir, aparte de no poder leerle la mente, tampoco puedo usar magia en contra de él.

Tu no, pero los demás sí.

Fue como si Sandra me hubiera leído la mente, pero eso estaba mal. Solo estábamos pensando en lo mismo. Que esté pensando por su cuenta, no significa que vaya dirigido a mi, pero aun así, me ayudo mucho que haya pensado eso.

Murmure, casi sin mover los labios, y dos segundo luego Vladimir estaba arrodillado en el suelo, aguantando gritos. Había funcionado. En su rostro se veía sufrimiento y dolor. Se formo una sonrisa maliciosa en mi rostro y reí en voz baja. Ya ves que sirvió de algo aprender del “Supremo Hechicero del Mal”, como se llamaba así mismo antes. Matt me mando un pensamiento, pidiendo explicaciones. No le respondí, solo le ignore y me acerque a la muchacha. Que estaba al lado del agonizante Vladimir.

Cuando el guardián vio lo que me proponía toco a Sandra. Mierda, había olvidado ese detalle. Sandra cayó al suelo por lo débil que estaba. Volví a murmurar las palabras hacia Vladimir, pero con un poco más de fuerza. Levante a Sandra, bueno, eso intente, porque Matt me la arrebato de los brazos y empezó a balbucear.

- Mariana te advirtió, presentía algo malo –su voz seguía sonando algo ruda.

- Si, lo sé, pero tenía que averiguar. ¿Donde está ahora?

- Fue a la casa de Camila, a ver, si le explicaba algo…de…tu…ya…sabes…

- Entonces vamos para allá

Ningún rastro de felicidad apareció en mi interior por volver a ver Camila, como se suponía que siempre pasaba. Sacudí la cabeza confundido. Chasquee los dedos y segundos luego estábamos en la casa de Camila, específicamente, en el pasillo que daba a su habitación. Toque y me abrió Mariana.

Su rostro se veía serio, por lo que pude apreciar. Matt entro, con Sandra en brazos. Pidió permiso y la dejo en la cama de Camila. Ella nos vio entrar a cada uno, analizándonos. Por sus pensamientos pude ver que Mariana ya le había contado algo de nosotros. Por lo que estaba confundida y mas con la chica que ahora se encontraba echada en su cama.

- ¿Quién es? –pregunto dudosa, esperándose lo peor.

- Edmund… -me dijo Mariana. ¡Ja! Como si yo se lo fuera a decir –serás tu quien se lo diga, ¿ok?

Rodé los ojos y me dirigí a Camila, la cual me miraba atentamente esperando su respuesta. Sonreí burlonamente.

- Tu hermana… –vi como su rostro se desfiguro, eso, ella no se lo esperaba. Me mordí la lengua para no reír por sus ocurrentes pensamientos –…de sangre.

Finalice. Ella abrió más los ojos. Todos sus pensamientos fueron dirigidos a aquella extraña para ella y a su otra hermana, la que había estado viviendo con ella por años. Se estaba preguntando quien era la otra si su verdadera hermana era la de la cama.

- Ella…es una guardiana –le respondí a sus pensamientos.

- Pero… ¿Cómo…?

Ok, creo que me adelante, Mariana me miro…reprendiéndome. Le hice una mueca de disculpa. Luego volví a mirar a la muy, muy, confundida Camila, con una sonrisa.
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Ok, tonto, ¿no? Jaja gracias por comentar…espero que me disculpen por no escribir antes… :( Bueno… les quería pedir…que visitaran un blog que he estado escribiendo desde hace mucho tiempo y recién lo publico, porfis :D  Cupido...se enamoró, escribire pronto, lo prometo ;)

viernes, 22 de enero de 2010

¿Quien eres?


Me quede viendo extrañado al chico que estaba apoyado en la pared.
- ¿Quién eres?
- Oh, cierto, era obvio que no me iba a recordar, pero a ella sí, ¿verdad? –se giro unos centímetros. Enrollo su mano en el aire y se volvió a girar. En esos segundos que se giraba, fue apareciendo una chica, un poco más alta que el chico, tenía el mismo color de pelo que…y sus ojos…eran muy parecidos.
- No, ¿Quién es? –le dije con el seño fruncido al no saber quiénes eran.
La chica abrió la boca para hablar pero antes de que tuviera la oportunidad apareció una tira de tela que le impidió hablar. Empezó a balbucear y soltar chillidos. No me había dado cuenta de que el chico tenía a la chica bien agarrada del brazo y ella no se podía soltar porque tenía sus manos atadas en la espalda. Algo que me pareció muy raro.
El chico al notar que mi expresión era de confundido empezó a hablarle a la chica en voz baja, yo no pude escuchar mucho.
- ¿Enserio no sabes quién es? –pregunto el anónimo.  
Negué con la cabeza. El chico, el cual aun no sabía su nombre, suspiro frustrado.
- Ok, creo que soy el presentador –dijo con puro enojo en su voz –mi nombre es Vladimir y soy…Ugh, el guardián de esta chiquilla
La chica protesto dándole un golpe en el estomago con su rodilla. Wow, era hábil. Vladimir se lo devolvió aun más fuerte y ella chillo de dolor, se dejo caer en el suelo de rodillas sin que el chico la soltara.
- Y esta maleducada es Sandra –la señalo con la mano con desprecio –si, si, la hermana de Camila
Mis ojos se abrieron como platos. Ese…ese…ese nombre….encajaba perfectamente en la descripción que me dieron Mariana y Matt. Y también ese era el nombre, así que no tenía más dudas de que esa era la hermana de Camila. Sus ojos castaños verdosos se posaron en mí. Si, definitivamente era la hermana de Camila.
Tu, tu, ¡Yo te recuerdo!, ¿Me estas escuchando, verdad?, asentí sin que Vladimir me viera, no sé porque pero él me daba escalofríos, solo de verle.
¿Toda vía conservas el medallón? , volví a asentir. Fue un movimiento tan pequeño que no se si ella se habrá dado cuenta.
¿Y Cam…?
- ¿Y que es lo que quieres, para que me pediste venir? –le insistí al chico. Si seguía “hablando” con Sandra, en algún momento se daría cuenta su guardián.
Se formo una sonrisa arrogante en el rostro de Vladimir.
- Bueno, fui enviado por tu padre, no sabes lo difícil que se me fue encontrarte, seguirte el rastro fue…complicado –le envió una mirada envenenada a Sandra.
Trate de escucharle en pensamientos, pero en cierta forma se me es imposible.
- No puedes leerme la mente, tu padre hizo un hechizo para evitar eso y veo que si funciona.
- No me importa, ahora dime, a que te ha enviado mi padre.
- Tengo que regresar contigo o sino jamás podre volver. Y eso es lo que voy a hacer, largarme de este inmundo lugar al castillo y entregarte y ser libre de una vez por todas.
- Me negare hasta el final, no quiero regresar donde ese maldito rey que se hace llamar mi padre.
- También sabía que te negarías. –se rio solo, como si hubiera recordado algo –estoy bien informado sobre ti. Y… también sobre esa chica, Camila, la hermana de esta. La chica que tú has olvidado.
Me mordí la lengua para no responder. Si lo hacía capaz que era una trampa y él le haría algo a ella. Estuve imaginando una y mil maneras para librarme de esta, habrán pasados dos o tres segundos hasta que…
- ¡¡ Edmund!! -el dueño de la voz se acerco corriendo y cuando ya nos había alcanzado grito –¡¡¿¿Vladimir??! !

jueves, 21 de enero de 2010

Te quiero ver luego de clases...

- hola -dijo medio murmurando

Abri mucho los ojos cuando reconoci esa voz. La habia escuchado dos o tres veces pero con eso bastaba para reconoccerla.

- Hola! -insistio.

Bloquee sus pensamientos evitando todo lo que pasaba por su pequeño cerebro.

- Hola -le respondi, solo para que dejara de molestarme.

Gire el rostro y le di una sonrisa luego regrese a mi posicion anterior. Pero claro, esta niña jamas me iba a dejar de molestar.
Habran pasado dos o tres segundos y luego empezo a parlotear, diciendome todo de ella. Obviamente no le preste atencion a nada pero ella insistia y insistia golpeandome el brazo y colgandose de el.

- Dejam...-empece a decir pero una voz chillona de atras me interrumpio

- KELSY!

Hasta ahora no se como es que tuve tanta suerte. La chica, Kelsy, la que estaba a mi lado, se fue con el seño fruncido murmurando maldiciones. Me rei en silencio antes de que el profesor llegara y empezara con la inutil clase. La chica que habia estado a mi lado no se volvio a sentar ahi, por suerte mia. El Sr. Morrison empezo a escribir unos ejercicios en la pizarra.

- Hey, Edmund, te lo mandan -el chico que estaba detras mio me entrego un papelito bien doblado.

Lo cogi y lo escondi bajo mi libro ya que el profesor se habia vuelto a voltear y continuo hablando. Cogi el papelito y lo abri lo mas silencioso que pude.

Te quiero ver luego de clases en la entrada del colegio, no faltes.

Voltee disimuladamente atras. Observe a cada uno de las personas que estaban atras. La unica "persona" que me miraba era la chica, Chealsy, creo. Me quiño un ojo, le mire aterrorizado y me volvi para continuar prestando atencion a la clase.

O eso fue lo que trate de hacer. Por que lo unico que pasaba por mi mente era la nota que me habian pasado. Realmente no entendia de que se trataba. O por lo menos de quien podria ser. No se me ocurria, de verdad.
Sono el timbre, pero yo ni cuenta me di, hasta que todos empezaron a salir. Levante la vista y me di cuenta de que el profesor que habia estado antes era otro. El de historia, la clase que teniamos a ultima hora. Tan rapido se habia pasado las clases. Me levante con la mirada perdida. Sali por la puerta como si fuera un zombi, no me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, solo que  faltaban pocos pasos para que llegara a la entrada y me diera cuenta de quien y lo que me esperaba.

- Edmund! -escuche la voz de una chica llamarme de atras. Llego a alcanzarme y se puso delante mio impidiendome el paso.

- Mariana, dejame pasar -le dije lo mas educado que pude.

- No! se que te mandaron a llamar aca, no puedes ir, se que no es bueno.

- Y como lo puedes saber?

- Lo puedo presentir, se que algo malo va a pasar -puso sus manos delante mio impidiendome avanzar tan solo un centimetro.

- Mariana, haste a un lado, por favor

- no! -esta vez estiro sus brazos empidiendome por completo avanzar

- Mariana... -susurre advirtiendole

- Diablos! NO!

- Ni se t....

No pude continuar hablando porque habia salido volando para atras. Aterrizando en el duro suelo de baldosas del colegio. Ok, esta me las va a pagar. Ella sabia perfectamente que yo tenia mucha mas fuerza que ella. Mariana tambien penso lo mismo, se dio cuenta de que habia cometido un error cuando lo vio en mis ojos.
No tarde mucho en deshacerme de Mariana, ella ahora debe de estar confundida en su cama, en su casa. Me rei al imaginarla. Camine hasta la entrada, de nuevo.

- pense que no vendrias

Escuche una voz detras de la pared de entrada. En el lugar en el que yo estaba, no se podia ver quien era. Avance unos pocos pasos y me encontre cara a cara con el dueño de la notita.